sábado, 18 de febrero de 2017

Un cortito sobre el horóscopo, Thor y el Big Bang

Alguno recuerda a Orugario? Bueno, volvio, y en forma de fichas.
Pero Orugario hoy no es machista, hoy es intolerante.
Orugario una vez salio con una chica a tomar algo, y en medio del tomar algo, a la señorita se le ocurrió preguntarle a él de que signo era. 
Algo contrariado por la pregunta, respondió que era de libra, a lo cual la mencionada señorita contesta con una serie de deducciones respecto de la afinidad entre el signo de Orugario y el suyo propio, calculando variables en cuanto a la personalidad de ambos y, si bien no lo dice en voz alta, decidiendo si son compatibles o no. 
Pero por suerte Orugario le ahorra el trabajo (arduo podemos imaginar, calcular la cantidad de variables que afectan el movimiento estelar debe ser una labor hercúlea). Nuestro protagonista ya decidió, casi al escuchar la pregunta inicial, que esta chica es una idiota. Sentimiento contrario al que venía teniendo, ya que le parecía un ser bastante interesante. Pero Orugario ya está decidido. 
"Esta boluda piensa que por que el sol estaba en algún lugar en particular el dia que nací ya puede deducir como fue mi vida... pobre idiota". Un rato más de charla para disimular, un bostezo poco escondido seguido de una disculpa exagerada y una explicación para el acto que nadie pidió y listo, cada uno a su casa. Libertad.
Es recién días después que Orugario vuelve a ese recuerdo y se choca con algo que lo incomoda. 
Y está bien que lo incomode, porque Orugario se precia de ser un tipo razonable que trata de llevar todas las situaciones al terreno de lo lógico, y recién acaba de caer en la cuenta de que concluyó que la señorita era una idiota por lo que creía, cuando él, desde su nacimiento predica su catolicismo, y mal que le pese, tiene las mismas evidencias para sostener sus creencias que Doña Horóscopo tiene para sostener las suyas.
Entonces Orugario toma una decisión, drástica como a él le gustan, pero comprometida con su modo de ser (o el modo que le gusta proyectar al menos): o deja de pensar que el horóscopo es una imbecilidad o se replantea el por qué cree en dios y todo lo predicado en su religión.
Resulta ser que es imposible dejar de pensar que el horóscopo es una imbecilidad justamente porque lo es, entonces Orugario finalmente encuentra la salida a la crisis de fe que arrastra hace años y que no quiere conocer.
“La lógica me va a salvar!”.
Y esta es, oficialmente, la introducción más larga que he hecho para presentar un tema. Hablemos de esto, juzguemos a Orugario, discutamos su punto y veamos que hay ahí dando vueltas.
Desde que el hombre es hombre que cree en cosas sobrenaturales. Tal vez sea para responder de un modo práctico cosas de las que todavía no tenemos respuestas (o no hemos hecho las preguntas adecuadas), tal vez sea para facilitar el modo de transmitir un mensaje, algo así como cuando éramos chicos y le decíamos a nuestros hermanos “Mamá dice…”. La sola invocación de ese nombre hacía que todo sucediera más rápido, incluso cuando mamá no había dicho nada (y esta frase de golpe tiene un sentido increíble que no calculé al redactarla).
Pero vayamos un paso más atrás. Dijimos que el origen más común para las creencias sobrenaturales es encontrarle la explicación a algún fenómeno que todavía no entendemos, lo que implica el ansia, tal vez mucho más humana que la fe, de querer saber. Queremos saber, necesitamos explicarnos a nosotros mismos el mundo que nos rodea. De acá surge un concepto que siempre me resultó muy interesante y que Neil Degrasse Tyson expone perfectamente en estos tres minutos: El Dios de los vacíos.


Básicamente se resume en que en toda ciencia siempre se encuentra una frontera, y que usualmente ahí es donde se lo ubica a dios.
En un principio nadie sabía nada del origen del mundo, por lo que tenemos los distintos génesis para distintas culturas. La Creación para los judeocristianos, el cuerpo de un gigante para los vikingos, etc. Miles de años (y descubrimientos después) tenemos a un señor al que se le ocurrió la idea del Big Bang, y ahí tenemos una nueva frontera. Entonces, ¿dónde ubica mucha gente a dios? “Y… algo debe haber generado el Big Bang”. Asumo que eventualmente vamos a saber que paso antes del Big Bang, y para ese entonces nuestros dioses van a tener que correrse de ahí también.
Las ciencias son esa parte interna nuestra que hace miles de años se negó a conformarse con un “Ese rayo debe ser Thor golpeando con su martillo porque está enojado” (Mjölnir para los curiosos).
Las ciencias siguen preguntándose, y no necesitan llenar esos vacíos, cuando son justamente éstos los que las mantienen vivas. Si ya todo tuviera respuesta, ¿para qué seguir preguntando? Si mi personalidad está determinada desde el día que nací por la posición de las estrellas, ¿para qué intentar cambiar lo que no me gusta? Si todo es parte de un plan divino, ¿dónde queda el libre albedrío? Si creyera esas cosas no haría nada, ni que mi voluntad tuviera el peso suficiente para desafiar la divinidad de dicho plan, no hay que ser tan pedante.
Orugario hoy ya aprendió que no tiene que ser tan taxativo, porque no puede negarle a nadie el derecho de creer lo que se le cante, pero tampoco tiene pruebas para pensar otra cosa que no sea lo que se puede evidenciar de modo fehaciente. Orugario hoy es agnóstico. Y creo que yo también.


Pdta: soundtrack de este texto: Sólstafir - Ótta


1 comentario:

  1. Me encanta, aunque si realmente en el Bug Bang se crean el tiempo y el espacio, y nosotros (seres humanos) sólo podemos experimentar el mundo de manera espacio-temporal, me parece complicado que la ciencia vaya más allá del Big Bang. Y, co.o dices, aquí hay cabida a un "Ser" a-temporal y a-espacial, que estuviera "antes de todos los tiempos". Aunque aquí encontramos el problema siguiente: si esta "Cosa" (Dios o lo que sea) no es ni espacial, ni temporal, ¿cómo podemos decir que lo percibimo? ¿Qué falacia nos permite dar el salto de "esto que no podemos comprender" a las religiones?

    Por cierto, del libre albedrío hay muchos tratados teológicos de los que podríamos platicar. Y la idea de que para qué intentar hacer algo si ya estoy predestinado a cierta vida que Dios conoce, pues es un tanto protestante. Hay un libro muy interesante en el que explica cómo este cambio religioso (entre protestantes y católicos) resulta en un cambio en la cultura. Luego lo platicamos también :)

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